¿Se puede embargar la pensión?

Si bien la legislación colombiana determina que no procede, existen dos excepciones: en caso de adeudos de pensión alimenticia y créditos no pagados con sociedades cooperativas. 

De acuerdo con la Ley 100 de 1993, el embargo de una pensión solamente podrá aplicarse por 50% del ingreso.

Es muy importante que conozcas los términos que aplica la autoridad sobre el embargo, con el fin de que evites sorpresas o engaños y tus bienes queden resguardados conforme a las leyes  vigentes en el país.

¿Cuándo se aplica un embargo en Colombia?

El marco legal establece casos muy específicos para aplicar este recurso. Recuerda que en términos prácticos, un embargo es la orden de un juez para que la autoridad tome bienes a nombre de un deudor con el fin de recuperar parte de un préstamo que no pudo terminar de pagar.  Aquí es muy importante que no te dejes engañar por amenazas de que te quitarán tus bienes sin que haya un respaldo por escrito de la autoridad correspondiente.

La ley en Colombia marca que en caso del salario mínimo, es inembargable cuando se trata de deudas con bancos, particulares o deudas con almacenes. Pero en el caso del sueldo, sí existen escenarios donde un acreedor puede acceder a una parte del dinero.

Así, de tu sueldo se te descontará el salario vital, el cual por ley no puede embargarse y que en 2020 equivale a 877.803 pesos. Al resto se le podrá quitar una quinta parte.

Las excepciones

Al igual que los dos escenarios en el caso de la pensión en donde se puede aplicar un embargo, si se tienen deudas por pensión alimenticia o préstamos no pagados con sociedades cooperativas, sí se te puede quitar hasta 50% del salario para liquidar estas faltas.

Recuerda también que en casos muy específicos donde un crédito tenga como respaldo una propiedad, por ejemplo, una hipoteca, es altamente probable que si dejas de pagar por mucho tiempo y no buscas una solución al respecto, la autoridad permita un embargo y el acreedor tome posesión del inmueble para tratar de recuperar el crédito que te fue otorgado.

¡Cuídate de las deudas!

Como habrás notado, el embargo es consecuencia de dejar de cumplir con tus compromisos financieros. Al tratarse de una medida autorizada por un juez, no hay manera de evitarla una vez que se determina, con lo que siempre será mejor mantener al corriente en tus pagos y, en caso de que, por alguna eventualidad, reducción de ingreso, o, en el peor de los casos, pérdida de empleo ya no puedas seguir pagando, busques una negociación con el banco o cualquier entidad con la que tienes la deuda. Un buen acuerdo a tiempo puede evitarte severos dolores de cabeza que pueden llegar al peor de los escenarios tal es el caso de un embargo, donde simplemente la autoridad te quitará la parte que considere salde la deuda con el acreedor.

Al mismo tiempo, tu historia de crédito se verá afectada durante mucho tiempo, lo cual te cerrará las puertas al financiamiento y verás limitadas tus opciones para contar con una tarjeta de crédito, comprar un automóvil, una casa, invertir en un negocio, por mencionar las más comunes.

¡Busca ayuda de expertos!

Recuerda que, en primera instancia, puedes negociar directamente con el banco y de manera clara exponer tu situación en caso de tener problemas para seguir pagando. También puedes buscar a especialistas en una reparadora de crédito donde, a partir de un análisis de tus posibilidades de pago, diseñarán un esquema personalizado de ahorro con el cual podrás liquidar tu deuda pendiente y abrir la posibilidad de que los bancos te vuelvan a otorgar algún tipo de crédito. 

¿Qué son los bonos de deuda? ¡Te explicamos!

Se trata de una de las alternativas más recurrentes que existe en el sector financiero para invertir. En términos simples, al adquirir un instrumento de este tipo, se está comprando parte de la deuda de una empresa o de un gobierno, a cambio de que en un plazo determinado se devuelva la cantidad convenida además de un extra generado a partir de intereses.

Los bonos son ampliamente utilizados como una forma para adquirir financiamiento, incluso funcionan como una opción distinta al sector bancario tradicional y operan en la mayoría de los mercados bursátiles del mundo, donde su principal atractivo es que el inversionista sabe cuánto obtendrá de ganancia y en qué tiempo, además de que pueden realizarse operaciones a corto plazo, con esto, en cuestión de meses se obtendrán de vuelta los recursos o a períodos mucho más largos, muy útiles si se piensa que en el futuro se pueden obtener buenas ganancias con una inversión de este tipo.

¿Cómo operan los bonos de deuda?

Una de las características principales de este instrumento financiero es que sus participantes tienen un perfil conservador. Es decir, invierten su dinero en este tipo de papeles ya que su ganancia está prácticamente asegurada, debido a que el riesgo de que no se pague es muy bajo, aunque puede ocurrir si la empresa que haya emitido el bono cae en una mala racha que comprometa sus finanzas. Así, en caso de los bonos emitidos por gobierno, dicha posibilidad es casi nula, ya que la autoridad garantiza la ejecución del bono.

En términos prácticos, el mercado de bonos de deuda opera en la bolsa de valores de cada país, y para acceder, el inversionista interesado lo hace a través de un tercero especializado que le ofrece las mejores opciones de acuerdo con su perfil de riesgo.

A partir de ahí, puede seleccionar algunos bonos con características básicas:

  • Deuda privada: Son emitidos por las empresas y su principal objetivo es que la firma que los coloca en el mercado obtenga financiamiento a tasas de interés competitivas por montos elevados. En su mayoría, son a largo plazo y tiene la posibilidad de que sus emisores puedan pagar total o parcialmente a los inversionistas antes de que se cumpla el vencimiento del bono.
  • Deuda pública: Son emitidos por el gobierno, tanto en el mercado local como en el extranjero. Generalmente sus plazos de vencimiento son muy largos, entre 5 a 30 años y también son una herramienta que utilizan las autoridades de cada país para obtener alternativas de financiamiento que, en la mayoría de los casos, se utilizan para proyectos productivos.

En primera línea, la emisión de bonos es a renta fija; es decir, pagan la misma cantidad de intereses hasta que vence el contrato.

Diferencias entre acciones y deuda

Una característica que debes conocer es que los bonos son una opción de financiamiento al que recurren las firmas privadas, pero también obtienen recursos a través de acciones, que se entienden como la fracción de una empresa que se vende en el mercado de valores y dependiendo los buenos resultados de su operación, van obteniendo ganancias. El inversionista interesado puede optar por comprar una parte de una empresa con esta alternativa, que, a diferencia de los bonos es de mayor riesgo debido a que su precio depende en gran parte de la volatilidad de los mercados, u optar por deuda que se trata de una inversión con menor riesgo.

Si bien puede sonar muy complejo o dedicado a gente muy especializada, las inversiones en bonos están cerca prácticamente de cualquier público. Si te interesa participar en este tipo de mercado, puedes acercarte a una institución financiera especializada o consultar las alternativas del gobierno para comprar algún bono gubernamental, las cuales, son opciones seguras y recomendables para poner a trabajar tu dinero y obtener alguna ganancia.

¿Qué son las deudas fantasma?

Si tienes un adeudo que te está atormentando y te quita el sueño, seguramente es una deuda fantasma. Se trata de un compromiso que no has logrado liquidar y te persigue. Antes de que te aterrorice porque te lleve a una situación de impago y se convierta en un registro negativo en las centrales de riesgo, aquí te decimos qué son y cómo solucionarlo. 

Es una mora que ocurre cuando no se tiene control sobre los gastos mensuales por los malos hábitos que finalmente llevarán a una situación de sobreendeudamiento. El mal uso de las tarjetas de crédito, las compras innecesarias o los gastos hormiga son fantasmas en las finanzas personales a los que hay que prestarles atención antes de que se conviertan en un problema. 

Hay 4 tipos de deudas fantasma:

    1. Comprar con crédito productos perecederos como las vacaciones o los víveres de la despensa. El crédito genera intereses y no es dinero propio, por lo que debe pagarse. 
  • No saber usar los meses sin intereses. Es necesario diferir las compras de acuerdo a lo que se adquiere. Los perecederos deben liquidarse lo antes posible, antes de 6 o 12 cuotas. En cambio, los electrodomésticos o la tecnología pueden superar los 24 meses. 
  1. Cuando solo se pagan los intereses. Esos parecen adeudos inmortales, porque no se salda en su totalidad y solo se abona el monto de los intereses, pero no se liquida el capital.
  2. Deudas gigantescas que ya superan el 30% de los ingresos en lo que corresponde al pago mensual de las mismas.
  3. Adquirir una tarjeta para pagar otra. Solicitar un préstamo para pagar una obligación antigua solo será abrir un nuevo pozo para intentar tapar otro, pero sin lograrlo. 

Lo más aterrador en estos casos es que son obligaciones que cuando se dejan de pagar por falta de dinero causan una situación de sobreendeudamiento. Ante estos escenarios, lo  ideal es ajustar el estilo de vida, reducir gastos, aumentar los ingresos, disminuir gastos hormiga, llevar un presupuesto y ahorrar. 

Los expertos en finanzas personales explican que el adeudo puede ser bueno o malo. Esto depende de en qué se destine el dinero que se ha pedido prestado. Si el dinero se usa para bienes perecederos, sin duda será negativo, porque ese gasto no representará una inversión.

En cambio, la deuda “buena” es aquella que genera beneficios en la vida financiera, personal y profesional. Acá algunos ejemplos de este tipo de endeudamientos que rendirán frutos en el futuro:

  • Pagar una maestría o un curso que contribuirá a obtener un mejor empleo y por lo tanto un mejor ingreso.
  • La compra de un auto que te permita ser más productivo y amortizará su costo con el tiempo. Es decir, que por tener un sistema de movilidad más cómodo se traduzca en oportunidades de negocio y por lo tanto en mejor ingreso.
  • Invertir en un negocio. Haciendo los planes previos y siguiendo las estrategias adecuadas para que realmente se convierta en una fuente de nuevo ingreso.
  • La hipoteca de una casa. Tener un lugar propio para vivir, será siempre una buena inversión, especialmente si el nivel de ingreso permite realizar los pagos oportunamente.

Sin embargo, si la situación ya te superó y crees que necesitas un exorcismo financiero, la ruta es acudir con los especialistas en finanzas personales como son las reparadoras de crédito como Resuelve tu Deuda, empresas dedicadas a la consultoría para diseñar un plan de ahorro para el deudor. El dinero ahorrado permitirá negociar con los acreedores. 

Cazafantasmas financieros

Hay que identificar las razones por las que se perdió la liquidez. Desde un mal manejo de las finanzas personales o por la pérdida de empleo. Tener claridad sobre cuál es la capacidad de ingreso y ahorro permite pensar en la mejor alternativa para salir de deudas, sin necesidad de adquirir un nuevo crédito que podría empeorar la situación.

Ante una emergencia económica que no se puede pagar, esto es lo que se puede hacer:

  • Notifica a tu acreedor. En cuanto identifiques que no podrás cubrir un adeudo, abono o pago, hay que contactar al banco o institución financiera para  hacerle saber la situación. Esto abre la posibilidad de un acuerdo para reestructurar el crédito y pagarlo en un tiempo mayor con cantidades menores. Alargar el plazo aumentará los intereses y la cantidad final a pagar, pero es una alternativa para mantener un historial crediticio positivo.
  • Evita contratar un nuevo crédito. Adquirir otro compromiso financiero para saldar uno previo, solo agravará el problema y provocará que la deuda original se vuelva más grande. Es una solución momentánea, pero perjudicial a largo plazo.
  • Reduce tus gastos. Planificar los gastos y eliminar aquellos superficiales es una medida que permite destinar más dinero al pago de la deuda y terminar de pagarla en el menor tiempo posible.
  • Cambiar de institución acreedora. Con asesoría especializada es posible encontrar otra opción para trasladar la deuda con un banco distinto y pagar en mejores condiciones (tasa de interés, plazo y montos de pago, cantidad final a pagar).

Cuando los intereses provocan que las deudas sean impagables, lo mejor será recurrir con los especialistas, sobretodo antes de que pierdas liquidez. Cuando ya es muy tarde para consolidar una deuda y ya estás en Centrales de Riesgo con una calificación negativa, entonces puedes recurrir a una reparadora de crédito.

¿Cómo evitar un embargo por deudas ajenas?

Un aval es aquella personas que responderá por la deuda de otro. Esto significa que ante las autoridades aparecerá como corresponsable del compromiso financiero que alguien más no pueda cumplir. 

Esto significa que el aval que se firmó para comprometer incluso sus propiedades para adquirir un servicio a crédito en nombre de otra persona. Cuando no existe una firma de por medio, el embargo no debe afectar a terceros. Es decir, la retención de pertenencias sólo será en contra de las que corresponden al deudor.

Si el titular de la deuda no cuenta con bienes que puedan ser embargados, la retención no podrá efectuarse. Así que nadie podrá responder por la deuda más que el involucrado.

¿Existe el embargo a terceros? 

La respuesta depende de si ese tercero está involucrado directamente con el adeudo o solo sirvió como referencia. 

  • El aval es aquella persona que garantiza el pago de un crédito, por lo que está relacionado directamente con el adeudo y con el pago del mismo. Cuando el titular de la mora no cubre el préstamo solicitado, el avalista saldrá al paso y será el responsable legal de cubrir el compromiso. Este “responsable solidario” tiene las mismas obligaciones que el titular de la deuda.
  • La referencia es alguien que solamente fue consultado respecto a si una persona solicitante de crédito es suficientemente confiable. Esto implica que no ha firmado compromiso alguno para pagar en caso de que el titular de la solicitud fallé en el cumplimiento de su acuerdo 

¿Qué es un embargo?

El embargo es una herramienta que permite a los acreedores reclamar el pago de una deuda. Mediante este esquema, se buscará retener bienes del deudor que se podrían rematar para recuperar dinero y liquidar el compromiso con la institución crediticia.

Un acreedor sólo puede solicitar al juez la retención de las pertenencias de un moroso tras haber entablado un juicio y haberlo ganado. Aunque esta salida es un derecho del acreedor para ejercer el cobro de lo adeudado sobre los bienes del deudor, para que este camino sea legal debe llevarse a cabo un procedimiento judicial, lo que significa que se debe acudir a un juzgado para que un juez ordene dicho procedimiento.

Tanto para el moroso como para el aval hay bienes que son considerados inembargables. El Artículo 134 de la Ley 100 de 1993 detalla lo que no se puede incluir dentro de este proceso.

  • Fondos de pensiones del régimen de ahorro individual con solidaridad.
  • Fondos de reparto del régimen de prima media con prestación definida y sus respectivas reservas.
  • Sumas abonadas en las cuentas individuales del saldo pensional de ese mismo régimen individual con solidaridad y sus respectivos rendimientos.
  • Sumas destinadas a pagar los seguros de invalidez y de sobrevivientes dentro del mismo régimen individual con solidaridad.

¿Te pueden embargar por ser aval?

La posibilidad de un embargo es muy probable. La ley ampara el pago de la deuda e incluso puede reclamarse a través de los bienes de la persona que fungió como garante, en caso de que este carezca de recursos para liquidar la obligación.

Una vez que la deuda ha sido liquidada, la persona que fungió como aval puede tomar acciones legales contra el deudor a quien avaló. Sin embargo, eso implica un proceso que no garantiza el pago correspondiente.

¿Cómo me afecta ser aval?

El aval es la garantía para la institución que realiza el préstamo de que se cubrirá el compromiso en su totalidad. Ante la ley, en caso que el titular del crédito no cumpla, el  obligado solidario es quien adquiere la responsabilidad.

Si el deudor deja de pagar, se tratará con el garante.  Y en caso de estar en una situación de  impago, el embargo podrá proceder en contra del fiador, como la persona responsable de dar la cara por el deudor.

Si eres aval, las recomendaciones son:

  • Vigilar el actuar de la persona a la que se respaldó.
  • El embargo es resultado de una orden judicial y la autoridad es la que debe informar sobre el procedimiento, por lo que ningún despacho de cobranza debe amenazar con despojarte de tus pertenencias. 
  • Si la deuda es impagable, lo mejor es encarar el problema. 

Las reparadoras de crédito son empresas que ofrecen alternativas a los morosos para enderezar su historial crediticio, incluyendo a quienes fungieron como aval. 

¿Qué debo preguntar como aval?

  1. Investiga quién te está solicitando ser aval. Así sea un familiar cercano, debes averiguar cuál es su capacidad de pago.
  2. Pregunta los detalles del crédito que está solicitando, así como las cláusulas en caso de incumplimiento. 
  3. Solo se recomienda ser aval, si además del patrimonio, se cuenta con un ingreso fijo y constante que permita responder al compromiso. 
  4. Tener comunicación constante con el avalado permitirá saber cuándo no podrá pagar y así evitar problemas futuros. 

Cuando se comunica de manera oportuna que ya no es posible seguir pagando el crédito o el servicio, entonces se pueden renegociar los acuerdos originales de la deuda y encontrar un nuevo esquema que permita saldarla, ajustando el plazo de pago y el monto de los intereses. 

En caso de haber llegado a una situación de impago e incluso tener una anotación negativa en los registros de las centrales de riesgo, la recomendación es buscar alternativas para seguir siendo sujeto de crédito. 

Acudir a los especialistas, como son las reparadoras de crédito, permite a los deudores conocer sus opciones. El modelo de negocio de las reparadoras como Resuelve tu Deuda consiste en que al cubrir sus honorarios como consultores financieros, diseñarán un plan de ahorro que se ajuste a la capacidad de ingreso del moroso, por lo que en un plazo de doce meses, se podrá reunir una cantidad de dinero que permitirá negociar con los acreedores el finiquito de los compromisos atrasados. 

¿Cómo saber si un auto está embargado?

Cuando un automóvil  tiene una orden de embargo, el propietario del auto no podrá disponer de esa unidad, por lo que no podrá venderla ni traspasarla. 

No es posible comprar un “bien embargado” porque no se tendrá la propiedad absoluta, salvo que exista la autorización del acreedor cediendo la propiedad. Esto significa que primero se debe levantar la orden de embargo y luego proceder con la firma de la escritura. 

Los vehículos embargados o secuestrados son trasladados a patios previamente autorizados, donde se cobrará una tarifa por cada día que el auto permanezca en el establecimiento. En algunos casos, suele ocurrir que las tarifas alcanzan montos elevados, que pueden llegar a sobrepasar la deuda que en principio originó en embargo.

Para recuperar el coche, el propietario debe ser capaz de pagar la deuda al acreedor y pagar el costo total de la estadía del carro en el parqueadero.

En caso de que el automóvil haya sido embargado, quedaría registrado en el Histórico Vehicular emitido por el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT) que puede consultarse en www.historialvehicular.co/, en el apartado de prendas inscritas para remate. 

Con solo digitar el número de la placa del carro, el sitio del RUNT entrega la información histórica del automotor. Esto como una herramienta a la mano de quienes están comprando un vehículo de segunda mano.

De hecho, antes de comprar un carro usado, una de las primeras recomendaciones es sabersi este ha tenido accidentes de tránsito, si cuenta con embargos o prendas inscritas, si tiene vigente el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), así como una revisión técnico mecánica reciente. 

¿Qué es un embargo?

Una orden de embargo se refiere a una medida preventiva dictada por un juez, en caso de que un deudor no haya cumplido con los pagos correspondientes al acreedor. El bien o los bienes del deudor no podrán ser comercializados ni transferidos a un tercero para asegurar el cumplimiento de las obligaciones. Si la deuda no es cancelada, se procede al remate del bien.

Igualmente, el secuestro de los bienes del deudor permite que se le sean retirados y estos queden a la orden del juzgado, hasta que se resuelva la situación.

Es importante señalar que cuando una persona recibe una orden de embargo, sus datos quedan reportados en las centrales de riesgo, imposibilitando la aprobación de créditos para adquirir nuevos bienes a su nombre o solicitar servicios como telefonía móvil e internet.

Cuando un vehículo tiene una orden de embargo, el propietario del auto no podrá disponer del este. No puede ser vendido ni traspasado, a menos que exista la autorización de ley o la del acreedor. 

¿Cómo resolver o prevenir un embargo?

Si se ha obtenido una orden de embargo, lo recomendable es buscar asesoría con un profesional que le acompañe a lo largo del proceso. En ese sentido, el levantamiento del retención se puede lograr mediante la negociación de un nuevo acuerdo de pago con el acreedor o a través del pago total de la mora. Al comprobar que se vuelve a estar al día con los pagos obligados, el interesado podrá solicitar ante el juzgado un desembargo.

En cualquier caso, adquirir un vehículo en esa situación requiere paciencia, pues se debe considerar el tiempo que requieren las autoridades para dar respuesta a la solicitud de desembargo y luego notificar a las entidades implicadas. 

También es importante que la persona embargada identifique los motivos que le llevaron a estar en una situación de impago a tal grado que puso en riesgo su patrimonio. Más aún si los bienes aún se encuentran sujetos por la autoridad y quiere recuperarlos, al igual que quiera volver a tener capacidad de pago y enderezar su reputación como sujeto de crédito. 

Es posible que acudir con los expertos de una reparadora de crédito le permitan entender cómo hacer un mejor manejo de sus ingresos para poder liquidar sus adeudos y tomar las riendas de sus finanzas personales. 

Resuelve tu Deuda es la reparadora más conocida en Colombia. Su programa de negociación de préstamos está diseñado para las personas que ya “se colgaron” y no ven una salida para volver a recuperar su historial crediticio.

Esta empresa mexicana abrió operaciones en Colombia hace 6 años. Su misión es brindar a sus clientes asesoría legal y financiera, ayudarles a negociar las deudas con las entidades financieras con quienes están atrasados en pagos y buscar el mayor descuento posible en el pago de esas obligaciones sin más crédito.

Aquellos deudores que acuden a las reparadoras y entienden su modelo de negocio, identifican una oportunidad de rehabilitación financiera a través del ahorro que realizan de manera disciplinada. Es un sistema que también les permite aprender a manejar mejor sus finanzas personales y eso evita que vuelvan a caer en mora.

¿Qué es un crédito de libranza?

Hoy en día, existen muchas soluciones crediticias que ofrece el sistema financiero colombiano. Sin embargo, no todos los productos son iguales ni cumplen el mismo objetivo.

Por ello, si estás en busca de un producto financiero, es importante tomar en cuenta lo anterior. Sobre todo, para definir cuál es el objetivo que se busca al contratar el esquema y a partir de eso, tomar la mejor decisión.

 

En esta ocasión hablaremos de un producto especial: el crédito de libranza. Pero, ¿qué es y cuáles son sus principales características? Aquí te contamos.

 

Crédito de libranza, un crédito distinto

 

En términos simples, un crédito de libranza es un producto que se clasifica bajo la categoría de consumo. Su principal característica es que el solicitante autoriza a la institución otorgante que pueda descontar directamente de su nómina, los pagos relacionados con el financiamiento.

 

De esta forma, la gran diferencia de éste con otros esquemas , es que el financiamiento se encuentra respaldado por el salario que recibe el deudor. Así, el riesgo de impago se reduce, pues en todo momento, la institución puede tomar del sueldo, las cuotas correspondientes a cubrir para saldar la deuda.

 

Ventajas del crédito de libranza

 

Al permitir que el empleador pueda destinar parte del salario para el pago directo de las obligaciones contraídas, trae algunas ventajas para el que contrata.

 

En primer lugar, por su naturaleza, para acceder al crédito de libranza no se requiere de codeudor o avalista. Incluso, al contar con la garantía del salario, se puede aspirar a tasas de interés más bajas en comparación con otros esquemas. 

 

Este tipo de productos se otorgan a tasa y cuotas fijas. El monto puede variar de acuerdo con la capacidad de pago del solicitante, aunque puede ir desde los $500,000 pesos, en plazos de hasta 10 años, todo en relación con la institución otorgante.

 

El crédito de libranza puede emplearse para distintos fines. Entre otras cosas, este tipo de financiamiento podría tener como destino el impulsar algún proyecto personal, remodelar alguna vivienda o incluso pagar obligaciones financieras.

 

Como se citó, por sus características, en la que se encuentra asociado el salario del trabajador, el financiamiento ofrece las tasas más bajas y los plazos más flexibles.

 

Es importante señalar que para acceder al modelo, la empresa para la que se labora debe tener convenio con la institución financiera que otorgará el financiamiento; además, cabe precisar que los pensionados también pueden acceder a este producto.

 

¿Qué se necesita para acceder al crédito de libranza?

De acuerdo con la procuraduría.gov.co, hay al menos cuatro condiciones que se deben cumplir para acceder a la libranza:

 

  1. El beneficiario debe autorizar de manera expresa e irrevocable a la entidad pagadora para que esta efectúe la libranza respectiva.

  2. La tasa de interés correspondiente a los productos y servicios objeto de libranza no puede superar, en ningún caso, la tasa máxima permitida legalmente.

  3. Que la tasa de interés sólo pueda modificarse en determinados eventos y con la expresa autorización del beneficiario.

  4. La libranza se podrá efectuar siempre y cuando el asalariado o pensionado no reciba menos del  50 % del neto de su salario o pensión después de los descuento por ley.

 

Sumado a lo anterior, es preciso decir que de acuerdo con la autoridad, en ningún caso, el empleador o entidad pagadora podrá cobrar cuotas por realizar el descuento correspondiente.

 

De igual forma, las entidades financieras que otorgan el crédito deben ser claras en todo momento. Entre otras cosas, deben establecer de manera transparente datos como el monto total a financiar, el número de cuotas en que se realizará el pago, así como el monto de la cuota que se descontará. 

Cuida tus finanzas

 

Si están pensando solicitar un crédito de libranza, no pierdas de vista lo siguiente:

 

  • Cuida tu capacidad de endeudamiento. 

Haz números antes de solicitar el financiamiento y define si cuentas con la solvencia para encarar la responsabilidad. Evita llegar a fin de mes con los recursos limitados. Pero, sobre todo, evita que el financiamiento se convierta en un problema de mora que afecte tu vida e historial crediticio.

  • Planea. 

Toma en cuenta que un crédito de libranza puede convertirse en una responsabilidad de largo plazo. No pierdas de vista que de acceder al producto, verás mes con mes, o quincena por quincena, un descuento directo en tu salario.

  

¿Qué pasa si no tengo vida crediticia y necesito un préstamo?

No contar con un historial crediticio podría ser equiparable a tener un reporte negativo en las centrales de riesgo. Y es que, en ambos casos, se cierran las puertas para acceder a financiamiento en buenas condiciones o sin tantos obstáculos.

 

Si bien es cierto que hay opciones financieras para quienes no tienen vida crediticia, se deben tomar en cuenta algunas cuestiones.

 

En primer lugar, no contar con un reporte que dé cuenta sobre el comportamiento de pago de una persona, puede devenir en encontrar opciones de financiamiento caras. Sobre todo, aquellos que no cuentan con un reporte en las centrales de riesgo podrían enfrentarse, además de rechazos en solicitudes, a tasas de interés muy por encima de las que podría encontrar una persona con buen historial de crédito.

 

Al respecto, por ejemplo, aquellos que no tienen un reporte, podrían toparse con requisitos complejos para el financiamiento. Entre otros, se podría citar el caso de entidades que deciden solicitar a un codeudor o aval, esto para garantizar que la deuda que se contraiga se pueda solventar.

 

Pero, ¿por qué no tener vida crediticia representa un obstáculo para el acceso a préstamos?

 

La evaluación de riesgo

 

Para explicar el porqué es necesario contar con un buen historial para que la autorización de crédito sea sencilla, es importante remontarnos a un elemento central en materia financiera: la evaluación de riesgo.

 

La actividad de bancos e instituciones financieras parte de este elemento; es decir, de analizar los perfiles de cada una de las personas que solicitan crédito y definir si tienen la capacidad para pagar o presentan una posibilidad de caer en incumplimiento con la obligación.

 

Para ello, las instituciones utilizan una serie de elementos en aras de evaluar qué tan buen pagador podría ser una persona. Uno de estos elementos es la consulta del historial crediticio.

 

A partir de revisar los reportes en las centrales de riesgo, los otorgantes de crédito pueden visualizar una radiografía sobre el comportamiento de las personas en torno a responsabilidades de pago como los préstamos.

 

No contar con un historial crediticio representa un punto ciego para bancos y entidades financieras. Y es que, al no conocer cómo se ha comportado cierta persona con otros créditos, genera incertidumbre al no tener una referencia para evaluar si es buen perfil para recibir financiamiento o no.

 

En este aspecto, es importante decir que los créditos online se han colocado como una opción para quienes no cuentan con un historial crediticio. Estas plataformas se han posicionado como una alternativa, no sólo para acceder a financiamiento, sino para construir un reporte.

 

Sin embargo, una de las cuestiones en este formato de créditos son los intereses que se pueden cobrar, pues en algunos casos son más altos que cualquier otra opción de crédito.

 

Incluso, cabe señalar, que si bien bajo esta opción se utilizan una serie de elementos y algoritmos para aprobar créditos de manera rápida, algunas consultan historial crediticio. Y no contar con un buen reporte, o no tener, representa fincar un costo del dinero mayor.

 

¿Qué hacer si no tengo vida crediticia y necesito un préstamo?

 

Por lo regular, se recomienda que toda persona procure desde joven iniciar con un buen historial de crédito.

 

Si bien este es uno de los puntos más sonados, nunca es tarde para empezar. Recuerda que dentro de las centrales de riesgo también se contempla la actividad en torno al pago de servicios, como las telecomunicaciones, o comercio. Por lo que, contratar algún servicio en esta línea, y cumplir con el pago, puede ser el inicio de un historial positivo.

 

También hay otras opciones que ofrecen algunos bancos en las que, para acceder a financiamiento sin historial de crédito, se da la oportunidad de abrir una cuenta de ahorro. A través de los depósitos que se realicen, se genera un historial de comportamiento que permite verificar si una persona puede ser candidata a recibir financiamiento.

 

 

 

 

¿Cuáles son las diferencias entre crédito y préstamo?

A pesar que ambos términos suelen ser utilizados como sinónimos, hay algunas características a tomar en cuenta para diferenciar entre una línea de crédito y un préstamo.

En resumidas cuentas, el factor que marca la pauta entre ambos conceptos tiene que ver con la forma en que se dispone del dinero y la manera en la que se devolverá. 

 

Así, se puede decir que un préstamo es aquel en el que una entidad financiera otorga cierta cantidad al inicio de la operación. De esta forma, dentro de las condiciones, se define una tasa y un plazo para devolver el dinero, esto mediante una serie de pagos.

 

Sumado a lo anterior, una de las características en este tipo de productos es que se financian operaciones con visión de mediano y largo plazo. En algunos casos, se solicitan garantías ante la cantidad del dinero que se presta, como pueden ser bienes inmuebles.

 

Por otro lado, la línea de crédito se podría resumir como una cantidad de dinero que la institución pone a disposición del cliente. En este caso, el dinero no se entrega en una sola exhibición, y el acreditado tiene la opción de ir disponiendo del recurso como mejor le convenga.

 

Contrario a lo visto en el préstamo, este es un financiamiento con visión a corto plazo, en donde la devolución del dinero se puede dar por periodos, y conforme se vaya utilizando el dinero.

 

Para aterrizar cada uno de los conceptos en ejemplos, podríamos decir que:

 

  • Los préstamos se pueden traducir en productos como el financiamiento hipotecario, automotriz, e incluso los préstamos personales. Estos tipos de productos tienen la característica de ser por montos altos, y con visiones de mediano y largo plazo.

 

  • En el caso de la línea de crédito, el ejemplo más tangible son los productos de naturaleza revolvente, como las tarjetas de crédito, en el que el cliente puede disponer del dinero, sin rebasar el tope, y reutilizarlo conforme vaya liquidando lo ejercido.

 

 

Crédito o préstamo: lo importante es planificar

 

Ya sea que quieras tomar una línea de crédito o un préstamo, lo relevante será realizar una planeación y cuidar las finanzas personales

 

Tanto la línea de crédito como el préstamo son productos que pueden representar una gran herramienta para las personas. Sin embargo, una mala administración podría convertirlos en una arma de doble filo, que derive en problemáticas que pongan en riesgo la estabilidad económica.

 

En el caso de los préstamos, por ejemplo, al ser obligaciones de mediano o largo plazo, lo importante es hacer una proyección y contemplar que para los siguientes meses, este será un gasto permanente.

 

Uno de los puntos relevantes es que antes de firmar un préstamo se revise tanto ingresos como otras obligaciones que se encuentren vigentes, esto en aras de tener claro el panorama y no sobreendeudarse. 

 

Por otro lado, en el caso de las líneas de crédito, se han convertido en una herramienta importante para cubrir necesidades en el corto plazo. Sobre todo, temas que tienen que ver con compras necesarias para el día a día.

 

No obstante, no se debe perder de vista que este tipo de financiamientos no es dinero extra, por lo que se debe administrar su uso. Principalmente, que vaya acorde a lo que puedes gastar mes con mes.

 

Velar por la salud financiera es fundamental. Esto evitará dolores de cabeza en un futuro.

 

Recuerda que cumplir con las obligaciones es la puerta para acceder a más y mejores créditos: a un buen pagador siempre se le tendrá la llave del financiamiento abierta.

 

Sin embargo, si te encuentras en una situación compleja que te impide cumplir con los pagos de créditos o préstamos, voltear la mirada no es la opción. La mejor alternativa ante un escenario en el que ya no es posible pagar es buscar la mediación, para evitar que los conflictos escalen y llegar a temas como los embargos.

¿Qué hago si estoy reportado y necesito un préstamo?

Estar reportado en una central de riesgo en Colombia (al igual que en muchas partes del mundo), es una gran barrera al momento de solicitar un crédito, pues difícilmente una institución financiera se animará a dártelo. 

Sin embargo, si es tu caso, no te agobies, pues no todo está perdido dado que existen entidades que sí te lo pueden conceder, y aquí te ayudaremos a descubrirlas. 

Pero a todo esto ¿qué es una central de riesgo?

Una central de riesgo es un organismo que se encarga de llevar un registro de tu historial crediticio, el cual inicia desde el primer momento en que te relacionas con las instituciones financieras,  mediante una cuenta bancaria, un pequeño préstamo o la contratación de una tarjeta de crédito, entre otras cosas. 

En ese historial, la central de riesgo reflejará tu conducta de pago, de tal forma que las instituciones financieras, al momento de consultarlo cuando pidas un préstamo, pueden ver si eres un buen o mal pagador. 

Si tienes buen comportamiento y así lo refleja tu historial, te será muy fácil conseguir un crédito, de lo contrario, te será difícil. 

Hay bancos que tienen como política inquebrantable, no prestar a personas que estén reportadas de manera negativa en centrales de riesgo como Datacrédito, esto debido a que no se quieren arriesgar a que no se les regresen los recursos. 

¿Qué otras opciones tengo?

Aunque hay bancos que jamás te prestarán si tienes un mal historial, existem otros que toman mayores riesgos y dan financiamiento a reportados, además, con los avances tecnológicos, ahora hay financieras tecnológicas que puedes usar. 

Una opción atractiva, si es que estás reportado en una central de riesgo, es el crédito de libranza, en el que la cuota mensual se descuenta de tu nómina, es decir, que abonas mes a mes con una parte de tu salario. Este crédito aplica también para pensionados.

Algunas de las instituciones que ofrecen ese tipo de créditos son: Banco de Bogotá, Bancolombia, Banco Caja Social y Banco BBVA. 

Toma en cuenta que los bancos no son los únicos que ofrecen opciones a los reportados, pues existen financieras tecnológicas, también conocidas como fintech. Este tipo de entidades toman mayores riesgos que los bancos, por lo que no tienen inconvenientes de prestar a personas con malos historiales, pero considera que la consecuencia son tasas de interés más altas, es decir, pagarás más por el préstamo. 

¿Cómo tener un buen historial?

El historial crediticio es tu carta de presentación ante la vida financiera, por ello te recomendamos siempre ser puntual en tus pagos, y sobre todo, no adquirir deudas que no puedas pagar; no sólo te marcarán de manera negativa en la central de riesgo, sino que pueden causarte muchos dolores de cabeza. 

Si ya contrataste el crédito y te estás viendo en aprietos para pagar la deuda, te recomendamos recortar los gastos innecesarios que tengas. 

Por ejemplo, puedes dejar de comprar el café de establecimiento todos los días y prepararte uno en casa, o bien llevar comida al trabajo, en lugar de salir a comer a restaurantes. 

De igual forma, puedes limitar tus salidas de fin de semana, o bien, si acostumbras a beber cinco cervezas en alguna reunión, puedes bajar a dos o tres. Las opciones son muchas y seguro sabrás en qué situaciones puedes ahorrar. 

Por otro lado, si ya dejaste de pagar, no pierdas más tiempo y acude inmediatamente a negociar los pagos con tu banco. 

O si las cosas se te complican, puedes acudir a expertos como Resuelve tu Deuda, una reparadora de créditos con más de una década en el mercado y con experiencia en varios países de América Latina,te ayuda a conseguir importantes descuentos en tus deudas.

¿Cómo se calcula el costo de un préstamo?

Calcular lo que debes pagar por el préstamo que te haga un banco antes de contratarlo es muy importante, pues te ayudará a saber si tienes la capacidad de pago y no caer en sobreendeudamiento.    

Si el pago mensual sobrepasa tu capacidad, lo recomendable es que no adquieras la deuda, pues te puede traer fuertes problemas financieros. 

Si no sabes cómo calcular los pagos que tendrás que hacer por ese préstamos que necesitas, no te preocupes, aquí te enseñaremos. 

¿Qué necesito para calcular el costo del préstamo?

Lo único que necesitas para hacer un cálculo muy aproximado de que te costará el crédito son tres datos básicos: 

  • La cantidad de dinero a solicitar
  • La tasa de interés fija anual
  • El plazo del crédito

Si cuentas con esos tres elementos puedes proceder a realizar el cálculo de la cuota de un crédito, el cual lo puedes hacer por tu cuenta, o bien, recurrir a alguna calculadora de portales especializados, como los mismos de los bancos.

Esos tres datos ayudarán a hacer la separación del capital original y de los intereses, es decir, de lo que el banco te prestó y lo que tendrás que devolver, que obviamente será un monto mayor al que se te concedió.  

La forma más sencilla es recurrir al simulador de crédito que ofrece en su página de internet el banco con el que buscas conseguir el crédito. 

Basta con que ingreses los tres datos que te mencionamos con anterioridad para que los resultados arrojen cuánto tendrás que pagar en total por el préstamo y el monto de las mensualidades a abonar. 

Una vez que conozcas estos datos, será tu decisión si contratas o no el financiamiento, pero siempre toma en cuenta tu capacidad de pago para no endeudarte de más. 

Toma en cuenta que al hacer el cálculo en el simulador del banco, este incluirá su tasa de interés, pero no sólo eso, también agregará otras cuotas, como por ejemplo comisiones y pólizas de seguros. 

¿Cómo lo hago yo mismo? 

Si quieres evitar ir de portal en portal llenando espacios con datos, y prefieres hacer tu propio cálculo, te recomendamos usar una tabla de excel. 

Suena complicado, pero no te preocupes, aquí te explicamos paso a paso cómo hacerlo de la manera más sencilla. 

Primero debes saber que excel es una herramienta de cálculo muy útil, pues con sus fórmulas podemos hacer un sinfín de operaciones matemáticas en cuestión de muy pocos minutos. 

Una de estas fórmulas es la de “Pago”, misma que te permite calcular la cuota de un crédito ingresando los datos que te mencionamos al inicio. 

Instrucciones: 

Paso 1.- Agregar tres filas en las que se colocarán las variables: cantidad del préstamo, interés mensual y plazo en meses.

Paso 2.- En otra fila denominada “Valor de la Cuota” se agrega la fórmula financiera “Pago” y se llenan las variables en el siguiente orden:

Primera variable (Tasa): Selecciona la celda de la tasa de interés mensual

Segunda variable (Nper): Selecciona la celda del plazo en meses

Tercera variable (Va): Selecciona la celda de cantidad del préstamo

De esta manera, supongamos que lo que se debe es 956,836 pesos colombianos con un interés anual del 17%. 

Al usar la fórmula en excel PAGO (Tasa,NPER,VA) quedaría la siguiente forma:

=PAGO(17%/12,2*12,5400)

Así, el resultado es un pago mensual de 47,308 pesos a lo largo de dos años. 

En este ejemplo, la tasa de interés anual del 17% se divide entre 12, la cantidad de meses de un año. En tanto, El NPER de 2*12 es la cantidad total de periodos de pago para el préstamo. Mientras que el VA, o valor actual, es de 956,8365 mil pesos colombianos, que es la deuda. 

Ahora ya conoces a detalle dos opciones que puedes usar para saber el costo de tu crédito, usa la que prefieras. 

 

Saber cómo calcular la cuota de un crédito es bastante útil si deseas hacer uso de este producto bancario para financiar tus proyectos. Recuerda que la manera más fiable de hacerlo es a través de las páginas de los bancos ya que ellos incluyen en la cuota las comisiones y gastos adicionales a la tasa de interés. Pero si eres más creativo puedes aprender a crear tu propia tabla en Excel para calcular la cuota de un crédito cualquiera.